Nadie nuevo cerca de ti by Hernán Migoya

Nadie nuevo cerca de ti by Hernán Migoya

autor:Hernán Migoya [Migoya, Hernán]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Intriga, Sátira
editor: ePubLibre
publicado: 2022-09-01T00:00:00+00:00


26

Me acojoné vivo.

La encerrona estaba clara. En mi cabeza este era el hilo lógico:

El subinspector Garcia i Planas, alias Tintín, había conocido a Margarita y se había enamorado profundamente de ella. Tanto, que seguramente ella le había introducido a la noche swinger en contra de la propia voluntad del gaznápiro. En alguna de las fecundas salidas de Margarita al Club Liberty, donde todo hacía indicar que se trataba de una cliente habitual, Tintín había acudido como su pareja de diversión.

Gracias al sexto sentido de papá, ahora comprendía que, ya fuera por accidente o ya fuera por negligencia o estupidez del dueño, Margarita o alguien cercano a ella había tenido acceso al arma de Tintín. A lo mejor él la había llevado a una galería de tiro o al Pirineo a enseñarle a disparar, por dárselas de macho. Y ella le había sustraído el arma en algún despiste. O Tintín había tenido conocimiento de alguna situación peligrosa concerniente a su «novia» y le había prestado su pistola. O alguien cercano a Margarita le había vigilado y robado la pistola directamente.

Tintín se había quedado hecho fosforito cuando averiguó o le informaron de que la muchacha hallada muerta en la calle con un balazo en la cabeza era Margarita. Enseguida debió de recibir el dato de que el casquillo correspondiente pertenecía al arma reglamentaria de los oficiales de rango en su propia Policía. En consecuencia, era obvio concluir que la bala había salido de su pistola desaparecida. Poco después el forense le puso al corriente de que el cadáver presentaba un agujero de salida y por tanto el plomo asesino no se había alojado en el cuerpo más que unas centésimas de segundo. De ahí que corriera con su coche a examinar minuciosamente el lugar del crimen, para recuperar la bala antes que nadie. Y ahí fue cuando nuestros destinos volvieron a encontrarse.

Desde el momento en que descubrió mi involucración con Margarita a través del móvil de ella, lo más probable es que yo le cayera mal, obviamente, si como suponía se trataba de un tipo débil de carácter y un pobre diablo celoso. Había dos posibilidades con respecto a mí: si él desconocía la identidad del asesino, podía muy bien considerarme el sospechoso ideal o incluso creer sin mucho esfuerzo, llevado por mi perfil proclive a los bisnes nebulosos, que yo había matado a Margarita; o por el contrario, si conocía la identidad del asesino, pero le resultaba imposible detenerle sin tal vez incriminarse él mismo y por tanto requería de alguien que pagara el pato, yo salía a escena en el minuto más oportuno como candidato perfecto.

Así que, previsiblemente en complicidad con algunos colegas del cuerpo policial, incluido alguien del laboratorio de balística, pergeñó un plan: primero hicieron público que la bala «fantasma» había sido disparada desde un tipo muy vulgar de pistola usada por la delincuencia común barcelonesa; y, a continuación, plantaron una pistola de ese modelo en casa del sospechoso número uno para colgarle el mochuelo y salvar la papeleta.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.